LA DINÁMICA DEL IGLECRECIMIENTO DE LAS IGLESIAS DEL NUEVO TESTAMENTO
– por Julio C. Lugo
El libro de los Hechos de los Apóstoles comienza señalando a un pequeño grupo de discípulos disponiéndose a hacer lo que el Señor Jesús les indicó. La Iglesia que apreciamos en su relato es una iglesia dinámica, creciente y saludable. Estos signos son la evidencia de una iglesia viva, pues, “una iglesia muerta, es una contradicción de términos” (Jones, 2000, 212).
Esta dinámica de crecimiento puede apreciarse en la siguiente tabla:
- 2:41 bautizados… se añadieron como 300 personas
- 2:47 Y el Señor añadía cada día…
- 4:4 Creyeron… y el número… 5000
- 5:14 Y los que creían en el Señor aumentaban más
- 6:1 Como creciera el número de los discípulos
- 6:7 Y crecía la palabra del Señor y se multiplicaba
- 8:1 Esparcidos por todas partes (Judea y Samaria)
- 8:4 Y las multitudes escuchaban
- 9:31 Las iglesias… se acrecentaban
- 12:24 Pero la palabra crecía y se multiplicaba
- 13:43 Muchos siguieron a Pablo y Bernabé
- 13:49 La Palabra se difundía
- 14:21 Después de… hacer muchos discípulos
- 16:5 Aumentaban en número cada día
- 16:14 El Señor abrió el corazón de ella… y su familia
- 16:33 Se bautizó con todos los suyos
- 17:12 Así que creyeron muchos de ellos
- 18:8 Y muchos de los corintios… creían…
- 18:10 “Tengo mucho pueblo en esta ciudad…”
- 19:20 Así crecía y prevalecía… la palabra del Señor
- 21:20 Millares de judíos hay que han creído
Autores como C.H. Turner (en Barclay, 1994, p.15), Gordon Fee y Douglas Stuart (1986, p.85), señalan que la narración de Lucas al escribir el libro de los Hechos de los Apóstoles evidencia claramente un sentido de “movimiento progresivo”. Este sentido de movimiento permite subdividir el libro en seis secciones. Cada una con su respectiva “declaración de progreso”:
- 1:1-6:7 Descripción de la primera iglesia en Jerusalén, su vida en común, crecimiento integral y las primeras dificultades: “La palabra del Señor crecía y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe” (Hechos 6:7).
- 6:8-9:31 Primera expansión geográfica llevada a cabo por los helenistas hacia los judíos de la diáspora y los samaritanos. Se incluye la conversión de Pablo: “Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo” (Hechos. 9:31).
- 9:32-12:24 La primera expansión geográfica hacia los gentiles. Se narra la conversión de Cornelio y la historia de la iglesia de Antioquía: “…la palabra del Señor crecía y se multiplicaba” (Hechos 12:24 / RV 95).
- 12:25-16:5 Descripción de la primera expansión geográfica dentro del mundo gentil, bajo el ministerio de Pablo. La Iglesia en Jerusalén, reunida en Concilio acepta a sus hermanos gentiles: “Así que las iglesias eran animadas en la fe y aumentaban en número cada día” (Hechos16:5).
- 16:6-19:20 Se relata la extensión de la iglesia en Europa y la labor de Pablo en las grandes ciudades gentiles, tales como Corinto y Éfeso: “Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor” (Hechos19:20).
- 19:21-28:31 Se narra la manera en que Pablo llegó con el evangelio a Roma, la capital del Imperio, los sucesos de su encarcelamiento y los fallidos juicios a los que fue sometido: “Predicaba el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” (Hechos 28:31).
Si tomamos como punto de partida el evento de Pentecostés, en el que se convirtieron y añadieron a la iglesia como tres mil personas, particularmente judíos, el crecimiento de la iglesia primitiva fue simple y llanamente explosivo (Hechos 2:41). Hacia el año 60 d.C. habría cien mil griegos en la Iglesia por cada judío que fuera cristiano (Lugo, 2011, 148).
La iglesia del Nuevo Testamento era una iglesia que crecía, dice el Dr. Alan Kreider, y desde la perspectiva de la historia sabemos que se mantuvo en crecimiento durante algún tiempo más. De acuerdo a una epístola dirigida a Diógenos escrita al final del siglo segundo, “los cristianos, crecen más y más cada día”. En la mitad del siglo tercero Orígenes exclamó: “Multitudes de personas están viniendo a la fe”. Ramsay McMullen, profesor de historia antigua en la-universidad de Yale, ha calculado que en cada generación unas 500.000 personas se añadían a la iglesia hasta la conversión del Emperador Constantino en el año 312 d.C. cuando la iglesia finalmente llegó a constituir entre el 5 y el 8% de la población del imperio romano. (Simson, 2003, p.65)
Un importante factor dentro de este escenario de iglecrecimiento es que no solo se trataba de números individuales; es decir, no solo se habla aquí de incremento de gente que se incorporaba a las filas de la cristiandad, sino que se multiplicaban las pequeñas comunidades de fe en las que estas se congregaban, vale decir las iglesias. Nótese particularmente el verso 31 del capítulo nueve: “Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo”. Y el verso cinco del capítulo 16: “Así que las iglesias eran animadas en la fe y aumentaban en número cada día”. El versículo 24 del capítulo 12 es también digno de ser destacado, por cuanto marca un hito en el proceso de expansión de la iglesia hacia el mundo no judío. Barclay (1994) lo traduce así: “el evangelio crecía en extensión e influencia” (p.524).
Era esta influencia la que finalmente terminó por “trastornar” al Imperio Romano, tal cual lo refirió anticipadamente Lucas, al narrarnos el avance de la iglesia: “Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá” (Hch. 17:6).
Las siguientes imágenes muestran gráficamente cómo se dio este crecimiento explosivo y expansivo de la iglesia cristiana durante los primeros tres siglos (tomadas de Eerdman, 2007).
Iglesias Fundadas al Final del Siglo I
Iglesias Fundadas al Final del Siglo II