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RED BENDICIÓN

  • Fecha 20 de junio de 2022

De Grupos Pequeños a Iglesias en Casas (IV Parte)

– por Félix Abreu

 

Introducción

Esta es la cuarta y última parte de este increíble peregrinaje de transición que hemos vivido en nuestra red de iglesias Bendición. Hemos transicionado de ser una iglesia tradicional a una iglesia multi-sitios o multi-congregaciones; de una iglesia muti-sitios a una iglesia enfocada en grupos pequeños y finalmente a una red de iglesias en casas. Ha sido un camino largo, de mucho trabajo y esfuerzo, pero muy gratificante pues nos ha permitido ir tras las huellas de Jesús y los apóstoles. Mi pastor y mentor dice con frecuencia “lo fácil se hace y los difícil se intenta” [1]. En cierto sentido ese dicho ha sido parte de mi ADN como persona y como pastor. Es difícil transicionar, es difícil que la iglesia vaya en contra de la corriente y no se acomode al estatus quo; así que lo hemos intentado. A continuación, describo los resultados hasta el 2022 de ese intento.

 

Filosofía Ministerial Red Bendición –  “A la manera de Cristo y sus Apóstoles”

La filosofía ministerial descansa en un regreso a la manera de Cristo y sus Apóstoles. El contenido de este paradigma se puede bosquejar en los siguientes cinco elementos:

  1. Expansión espontánea a través del Ciclo Paulino—Hechos
  2. Establecimiento de Iglesias—Cartas de Pablo a las Iglesias
  3. La Enseñanza–el Kerygma y la Didaché
  4. Entrenamiento de Líderes (Modelo Pablo/Timoteo)—Cartas de Pablo a Timoteo y Tito
  5. La Tradición de Antioquía (Teología C en la clasificación de Justo González)

Es un retorno al modelo de Antioquía. Esta tradición implica un enfoque eclesiológicamente dirigido (ETBIL – Educación Teológica Basada en la Iglesia Local). La iglesia está sentada en el asiento del autobús.

 

Como se puede notar en el gráfico arriba, la iglesia está en el centro. Es un enfoque eclesiológicamente dirigido donde damos el primer lugar a Jesús. Jesús y su iglesia son el centro de todo lo que hacemos. En este paradigma existen cuatro elementos fundamentales que dan cohesión al todo lo que hacemos en la red Bendición. Estos son:

1. La Iglesia de Antioquía

: Queda claro en la ubicación que Lucas otorga a la iglesia en su narración que la iglesia de Antioquía era clave para su argumento. ¿Qué  sabemos  de  esta  iglesia?  Pablo  y  Bernabé enseñaron bien esto (Hechos 11:25–26). La iglesia se volvió fuerte con varios profetas y maestros (Hechos 13:1–4). Dios designó a Pablo y Bernabé para una obra para la cual Él los llamó, y los líderes de la iglesia los encomendaron para tal obra. Ellos reportaron a la iglesia todo lo que Dios había hecho en su primer viaje misionero cuando volvieron (Hechos 14:25–28). Antioquía se convirtió en su base de operaciones. La iglesia se convirtió en el símbolo de toda una tradición de la Iglesia Primitiva, llamada la tradición de Antioquía, la Escuela de Antioquía, que duró los primeros cuatrocientos años del Cristianismo [2].
 
2. Equipos Paulinos: Pablo y Bernabé formaron el equipo original, junto con Juan Marcos (Hechos 13:1–4). El conflicto surgió en el equipo después del primer viaje misionero, justo antes del segundo viaje (Hechos 15:36– 41). Pablo asumió el liderazgo del equipo y se embarcó en el segundo viaje. Escogió a Timoteo para ser su joven aprendiz (Hechos 16:1–5). Él gradualmente construyó un equipo que consistió en colaboradores aprendices—Timoteo y Tito; asociados—Silas; y colaboradores que parecían completar  su  equipo—se  usaron  más  de  nueve  nombres diferentes para los colaboradores y más de 35 personas mencionadas. Algunos eran colaboradores—líderes de la comunidad, hombres y mujeres de negocios y acaudalados. Una tercera  parte  de  los  colaboradores  mencionados  eran mujeres.
 
3. Ancianos y diáconos: Pablo rápidamente señaló ancianos en cada iglesia que creó (Hechos 14:23). Aquellos ancianos debían pastorear a la iglesia y mantenerla en funcionamiento (Hechos 20:28). Necesitaban fortalecerse—buenas familias, buen carácter y un conocimiento sólido de la enseñanza (1 Timoteo 3:1–7; Tito 1:5–9). Los diáconos debían ayudarlos (1 Timoteo 3:8–13).
 
4. Redes y sociedades de iglesia: Queda claro que las iglesias creadas y capacitadas por Pablo sirvieron como modelos a largo plazo con él. Un ejemplo evidente es la iglesia en Filipos. Ellos fueron sus compañeros desde el primer día (Fil. 1:3–8), enviaron dádivas (Fil. 4:10–12, y enviaron gente para ayudarlo en su ministerio (Fil. 2:25–30). Las iglesias también tenían conciencia de ser una red. Pablo hizo circular la carta del Concilio de Jerusalén a las iglesias, demostrando un sentido emergente de redes (Hechos 16:4–5). Pablo levantó una colecta en las iglesias para los Cristianos en Jerusalén, y varios líderes de las iglesias lo acompañaron en la entrega del dinero (1 Corintios 16:1–5).

Estos elementos fueron claves para las iglesias primitivas y siguen siendo claves para nuestra red. Desde el inicio decidimos ser una iglesia tipo Antioquía, desarrollar un equipo de liderazgo para toda la red (líderes sodales) y un equipo de ancianos y líderes locales para que pastoreen las iglesias en sus áreas, zonas o ciudades (líderes modales) [3]. Con este objetivo claro fue que iniciamos el proceso de entrenamiento del liderazgo en el 2014.  En procura de resumir el funcionamiento de nuestra red después de muchos ensayos y ajustes procedo a describir el gráfico en forma de red que visualiza cómo funcionamos.

 

Nivel 1 de Liderazgo: Padres/madres.

Este nivel corresponde a los padres y madres quienes ejercen un gran liderazgo estableciendo familias sólidas y fuertes. Los padres/madres lideran a sus familias y tenemos como estrategia que cada familia comparta un devocional semanal alrededor de la mesa (comida o cena). Animamos a ser creativos en este tiempo compartiendo la palabra de Dios, canciones, lecturas, música, etc. Los padres son los responsables de instruir a sus hijos, y transmiten los primeros principios de la fe a sus hijos. Desde los seis años y hasta la adolescencia utilizarán el programa AMO como instrumento ideal para establecer a los hijos en sabiduría. Otros recursos a utilizar son Vida N (Mayordomía en Comunidad) y Paternidad con un Plan.

Nivel 2 de Liderazgo: Iglesias en casas.

Las iglesias son una gran familia de familias. Familias individuales fuertes producirán iglesias fuertes. Las iglesias en casas están formadas por 10-20 adultos guiados por una pareja o adulto con suficiente madurez para liderar la iglesia. Se reunirán en casas durante 3 o 4 domingos al mes alrededor de la mesa. Las iglesias son comunidades kerigmáticas donde experimentamos a Jesús, la doctrina de los apóstoles, la cena del Señor, la comunión, el partimiento del pan y la oración, Hechos 2:42. Durante la semana, las iglesias de un sector enseñan los primeros principios y otros recursos. Se espera que todos estén estudiando de manera seria y ordenada esta y otras series de estudios desarrollando una verdadera comunidad hermenéutica. El liderazgo de las iglesias en casas (tipo 2), deben haber estudiado las tres series de Primeros Principios, La Historia y dominar las Encíclicas de BILD hasta lograr estudiar los primeros cuatro libros de la serie de Liderazgo I. Ellos son los responsables del proceso de discipulado.

Nivel 3 de Liderazgo: Un grupo de iglesias en una zona o región liderado por un anciano.

Como red funcionamos en toda una ciudad, provincia o país. En las ciudades nos organizamos por zonas (clúster de iglesias) donde plantamos tantas iglesias en casas como podamos y sean necesarias. Las iglesias de una zona o región se conectan entre sí, de manera intergeneracional y organizan grupos de primeros principios durante la semana. El liderazgo de estos grupos de iglesias en una zona recae sobre los ancianos. Los ancianos forman parte del nivel de liderazgo tipo 3, quienes tienen como meta final establecer las iglesias bajo su liderazgo. Los ancianos ejercen un ministerio modal (ministerio local o hacia las iglesias, pero con participación global). Este nivel estudia la Serie de Liderazgo I, Vida N y otros recursos que les equipan para ellos poder liderar. Todas las iglesias de un municipio o ciudad, dependiendo del tamaño, compartirán una celebración mensual, en un lugar estratégico o centro de recursos.

Nivel 4 de Liderazgo: Un hub o centro de recursos liderado por un pastor.

El hub es un centro organizador muy importante en la red de iglesias, pues concentra las iglesias y ministerios de un municipio, ciudad o provincia. Los hubs son liderados por pastores de la ciudad, quienes ejercen un ministerio sodal, donde ellos participan del ministerio local pero su función va más allá de una iglesia. Los pastores que lideran hubs forman parte del nivel 4 de liderazgo quienes tienen como meta establecer los centros estratégicos. Se espera que los pastores de este nivel sean maestros competentes que dominen el paradigma (encíclicas, documentos de paradigma y “papeles blancos”) y estudien maestría en la Escuela de Antioquía. Todas las iglesias de un municipio o ciudad participarán de celebraciones organizadas por estas durante el año.  

Nivel 5 de Liderazgo: Red Bendición liderada por el Equipo Paulino.

El quinto nivel de nuestra red está compuesto por el equipo apostólico o Paulino. Este equipo está formado por los pastores de ciudades, municipios y provincias. Su función es establecer la red a nivel nacional e internacional, hacer alianzas con otras iglesias o redes nacionales e internacionales. Los líderes de este nivel estudian Maestría o Doctorado en Ministerio en la Escuela de Antioquía.

 

Desafios de los siguientes años.

La principal meta para nuestra red es completar el proceso de transición donde estableceremos a todas las iglesias en la doctrina de los apóstoles y como una gran red de iglesias en expansión. Los principales retos o desafíos son:

  1. Entrenamiento de los líderes tanto sodales como modales y muy estratégicamente los líderes de las iglesias.
  2. El establecimiento de las actuales iglesias en las casas.
  3. La multiplicación de las iglesias establecidas (corto plazo).
  4. Un movimiento de multiplicación de iglesias en cinco regiones del país en los próximo cinco años (mediano plazo).
  5. Expansión regional y continental hacia la diáspora latina con énfasis en la diáspora dominicana (largo plazo).

 

Conclusión:

Hasta aquí Dios ha sido bueno y fiel con nosotros y lo seguirá siendo. Nos toca a nosotros permanecer fieles mientras la iglesia continúa su peregrinaje. Es un estilo de vida donde nos reinventamos siempre imaginándonos como lo haría Jesús en nuestro tiempo y buscando en el Nuevo Testamento los principios normativos que nos permitan hacer teología en la cultura donde estamos. Viviendo el evangelio en todas nuestras circunstancias, buscando a Jesús en nuestro entorno, siendo encarnacionales y misionales y siendo guiados por el Espíritu Santo. Es un llamado a regresar a la manera de Cristo y sus apóstoles. Es un llamado a ser iglesia en el siglo XXI. Es un llamado a un continuo aprendizaje como resultado de nuevas lecturas tanto del texto bíblico como de la cultura. Termino con esta expresión de Alvin Toffler: “Los analfabetos del futuro no son los que no saben leer ni escribir. Son aquellos que no pueden aprender, desaprender y reaprender”. Yo agregaría, que no quieren aprender porque el precio de desaprender y reaprender es muy alto. Que Dios nos bendiga y nos equipe con sabiduría, pasión y convicciones firmes en cuento a la urgencia de que la iglesia regrese a “la manera de Cristo y sus apóstoles”.
 
 
 

NOTAS:

1. Joaquín Vargas fue mi pastor desde 1986 a 1990 y ha sido mi mentor todos los años de mi pastorado.

2. Jeff Reed, Documentos de Paradigmas, p. 327

3. Winter acuñó estos términos—sodalidad y modalidad— que permiten comprender fácilmente las categorías básicas de líderes en la Iglesia Primitiva. Modalidad que desarrolla un enfoque local con participación global y Sodalidad cuyo enfoque es global pero con participación local.

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La Gran Estrategia