RED DE COMUNIDADES KERIGMÁTICAS
De Grupos Pequeños a Iglesias en Casas (III Parte)
– por Félix Abreu
Introducción
1. Viviendo el Kerigma – Jesús es el centro de todo.
Cada iglesia hogareña contiene el mismo ADN[1] de toda la red. En el lenguaje de redes es un “nodo”,[2] con todas las caracteristicas de la red. No todos los nodos tienen que ser iguales pero sí ser portadores del ADN de la red. Las iglesias se conectan una con otra de muchas maneras, como son: el liderazgo, tanto sodal como modal; actividades con las iglesias más cercanas, actividades por grupos de iglesias de una area (clúster)[3] o actividades de toda la red (hub)[4]. Todos estos términos pueden confundir y no es el propósito de un servidor. Los utilizo en este documento para que puedan entender la poderosa dinámica que se generan a través de una estructura de red. He colocado notas de pie de la página para que sean más entendibles. De hecho, a juicio de Albert Lázló Barabási en su libro Linked, y cito: “Pablo fue un maestro de los vínculos sociales y religiosos del primer siglo, la única red que, a principios de la era moderna, podía llevar y difundir una fe”. El mismo autor comenta que ninguno de ellos comprendió del todo las fuerzas que les ayudaron en su tarea misionera. Después de casi 2000 años estamos haciendo los primeros avances para entender qué hizo que Pablo tuviera éxito. “Ahora sabemos que la respuesta se encuentra tanto en la estructura y topología de las redes en las que operaban como en su habilidad para navegar por ellas”.
2. Predicando el Kerigma – Jesús es el centro de la historia.
Cuando leemos el Antiguo Testamento podemos notar que desde Génesis 12:1-3 y los siguientes pasajes que autentican el pacto con Abraham y posteriormente el pacto con David apuntan hacia un mesías que vendría. La ley, los escritos y los profetas apuntan hacia Jesús, su encarnación, vida y milagros autentican que él era el mesías prometido, el hijo de Dios. Jesús es el centro de la historia.
Las comunidades kerigmáticas predican el evangelio (Kerigma), en otras palabras, se vuelven rápidamente misioneros. El ejemplo que cité en la introducción es digno de imitar y en nuestros grupos de primeros principios (discipulado) la iglesia de los tesalonicenses ha impactado a todos. “Partiendo de ustedes, el mensaje del Señor se ha proclamado no solo en Macedonia y en Acaya, sino en todo lugar; a tal punto se ha divulgado su fe en Dios que ya no es necesario que nosotros digamos nada”, (1 Tes. 1:8 NVI). Los Tesalonisenses habian experiemntado a Jesús y esta experiencia transformo completamente su vida.
Nuestras comunidades de fe, “iglesias”, viven el kerigma, pero también predican el kerigma volviéndose auténticas comunidades Kerigmáticas. Jesús está presente en el diario vivir de la comunidad. No es una receta sino una vivencia real, Jesús camina con nosotros y nos transforma en sus discípulos. Como discípulos debemos ser testigos de las buenas noticias hasta lo último de la tierra.
3. Modelando el Kerigma – Jesús es nuestro modelo
“Ustedes se hicieron imitadores nuestros y del Señor cuando, a pesar de mucho sufrimiento, recibieron el mensaje con la alegría que infunde el Espíritu Santo”, (1 Tes. 1:6). Que extraordinario ejemplo para la iglesia hoy en día. Esta joven iglesia se constituyó en un modelo a seguir. Como red de iglesias estamos llamados a seguir el ejemplo y modelo de esta joven iglesia predicando el evangelio hasta llenar toda la tierra. El plan maestro es la multiplicación de iglesias, comunidades kerigmáticas. “Es cada vez más claro que la multiplicación de iglesias fue el método amplio de evangelización de las iglesias primitivas” (Reed, Encíclicas, p. 166)
Vivir, predicar y modelar el kerigma encarnado en cada comunidad es un gran desafío en el cristianismo actual. Los cristianos competimos con un panteón de dioses falsos que intentan robar el corazón. Muchos ni siquiera nos damos cuenta de que nuestros corazones son fabricas de dioses. Alan Hirsch dice que los cristianos acaban siendo en la práctica politeístas: “¿No es interesante que la mayoría de miembros de iglesia confiesen una desconexión radical entre el Dios que gobierna el domingo y los dioses que gobiernan el lunes? ¿Cuántos de nosotros vivimos como si hubiera un dios distinto en cada esfera de nuestra vida? Un dios para el trabajo, otro para la familia, otro cuando vamos al cine u otro en la política” (Caminos Olvidados, p. 102). Ante desafíos tan grandes necesitamos imitar a los primeros cristianos que prefirieron adorar a Jesús y no obedecer al César. Ese es el desafío de hoy: una total obediencia a Dios, colocando toda nuestra vida bajo el señorío de Jesús.
4. Una red de Comunidades Kerigmáticas
Hoy vivimos en un mundo interconectado, un mundo que funciona en red. Leyendo los Hechos de los Apóstoles y las cartas del Nuevo Testamento encontramos lugares como Antioquía, Éfeso, Roma, Jerusalén, o personas como Pablo; que conectaban las iglesias en torno a ellos. “no cuesta trabajo darse cuenta de que es así exactamente como operaba la iglesia primitiva” (Hirsh, Caminos Olvidados, p. 247). Estas iglesias se reproducían espontáneamente. Uno de los elementos más poderosos de los sistemas vivos es su capacidad de reproducirse espontáneamente. Vivir en torno al Evangelio posibilita que estas comunidades se reproduzcan espontáneamente creando una expansión indetenible en toda la ciudad y región.
Justamente el pensamiento en red y el estilo de vida orgánico como un sistema vivo son poderosos elementos que las pequeñas comunidades del Nuevo Testamento utilizaron para su expansión. Es como un virus que se expande con rapidez de un lugar a otro y no es posible detener. Lucas lo resume así: Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno. No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvo (Hechos 2:42-27). Este pasaje resume con claridad el estilo de vida contagioso, Kerigmático, de las iglesias. La Red de Iglesias Bendición estamos llamados a imitar este estilo de vida mientras iniciamos iglesias en casas en toda la ciudad y el país conectadas en redes.
Creemos que Jeff Reed resume poderosamente el pensar y actuar de las iglesias de los primeros siglos al llamarlas “comunidades kerigmáticas”. Él resume con maestría la razones por las cuales las cataloga como kerigmáticas:
- Fueron kerigmáticas en el diseño de sus reuniones, 1 Cor. 11:17-20; 26
- Fueron kerigmáticas por el cambio en sus vidas, 1 Tes. 1:2-10
- Fueron kerigmáticas por la calidad de su vida comunitaria, 1 Tim. 3:14-15; Efesios 3:8-10. El diseño del hogar: las iglesias debían funcionar como hogares de hogares.
- Fueron kerigmáticas cuando contaban sus historias, Col. 4:5-6.
- Fueron kerigmáticas en su participación de la multiplicación regional de iglesias, Col. 4:12-16.
- Fueron kerigmáticas en su participación en el progreso global del evangelio, Col. 4:3-4 y 18.
Conclusión:
“De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos (Hechos 2:46-27). Este es un cuadro que describe bastante la vida comunitaria de las iglesias. Alegría, generosidad, espontaneidad, hospitalidad, comían cada vez que se reunían… El resultado fue que cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos. No es un sueño, es una realidad que estamos viviendo. Es una realidad que nos llena de gozo, pero al mismo tiempo conlleva mucho trabajo, sacrificios, anfitriones apasionados que abren sus casas, líderes que se sacrifican para dar lo mejor y ancianos que no escatiman esfuerzo por entrenarse para servir a Jesús.
Como red de iglesias kerigmáticas estamos comprometidos con vivir el Kerigma (Cristo), predicar el Kerigma (elementos centrales del evangelio) y con modelar el Kerigma a través de nuestras vidas misionales, mientras establecemos nuevas iglesias en toda la ciudad y el país.