DE GRUPOS PEQUEÑOS A IGLESIAS EN CASAS
– por Félix Abreu
Introducción
He sido un abanderado del cambio. Esto es cierto, pero no entendí lo que significaba
hasta hace pocos años. Haciendo una profunda reflexión de mi peregrinaje como pastor, sin lugar a dudas, he sido también un abanderado de poner vino nuevo en odres viejos,(Marcos 2:21-22) más que de hacer cambios paradigmáticos. El resultado ha sido mucha confusión, pocos resultados, estar brincando de la última moda de hacer iglesia a la siguiente. En lo personal, traté de implementar los elementos del Desarrollo Natural de la Iglesia, popularizado por Christian A. Schwarz. No quiero que me mal interpreten. Fue de mucha ayuda y lo sigue siendo. El problema es que fue como poner un parche o remiendo nuevo, pero en tela vieja. Lo mismo aconteció con el Movimiento Celular, como con Iglesia con Propósito y el movimiento de grupos pequeños. Sus exponentes lo implementaron con grandes resultados; y yo, me esforcé mucho en utilizar sus principios y elemento centrales. El problema, ahora puedo concluir, fue que traté de utilizarlos como un programa más en la apretada agenda de la iglesia. Todos estos programas funcionan, no lo puedo negar. Fueron de ayuda, pero seguíamos teniendo falta de líderes, un alto porcentaje de consumidores, un ministerio fraccionado y poco integrador, además de otros problemas. Roland Allen dice: “aquellos que simplemente adoptan fragmentos de los métodos de Pablo, es decir, la estrategia de Jesús, en realidad no lo han implementado en absoluto”.
Hoy vivimos una realidad distinta. Desde el 2014 decidimos hacer un cambio radical a la manera de Cristo y sus apóstoles. Cuando hablo de “a la manera de Cristo y sus apóstoles” no estoy utilizando una frase cliché. Me estoy refiriendo a un profundo retorno a la manera en que los apóstoles hicieron iglesia siguiendo las instrucciones de Jesús. Antes de su asunción, Jesús instruyó a los apóstoles diciéndoles: “ Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho” (Juan 14:26). Los apóstoles no entendieron todas las instrucciones de Jesús hasta que recibieron al Espíritu Santo (Hechos 1:8). Pero cuando leemos Hechos 2 en adelante, vemos a los apóstoles transformados por la venida del Espíritu Santo, quien los capacitó para la tarea encomendada por Jesús antes de ascender al cielo. Una mirada desde la teología bíblica, tanto al libro de los Hechos como a las cartas paulinas nos permitirá colocar un marco bíblico al paradigma de las iglesias en casas y más aún de una red de iglesias en casas en toda la ciudad.
De grupos pequeños a Iglesias en casas
Como iglesia local disfrutamos por muchos años de vibrantes grupos pequeños durante la semana. Algunos se preguntarán, ¿y cuál el es el problema? ¿por qué no continuaron con los grupos pequeños? El movimiento celular como el movimiento de los grupos pequeños es un buen intento de regresar a la base de la iglesia. Fue un buen intento de restaurar la comunión de la iglesia, pero continúa siendo una pieza del rompecabezas. La diferencia de una iglesia con grupos pequeños o celular a una red de iglesias en casas es del cielo a la tierra. En este escrito vamos a concentrarnos en el tema de la iglesia en casa.
Nosotros iniciamos el proceso de un regreso al paradigma de educación teológica basado en la iglesia local en el año 2014. La preocupación inicial fue el entrenamiento bíblico teológico del liderazgo, así que nos acercamos a BILD en procura de iniciar el proceso. Iniciamos con el apoyo de Javier Velásquez la implementación del paradigma a través de los Primeros Principios. Los pastores de nuestras iglesias como los ancianos locales comenzamos a estudiar. Los primeros años fueron desafiantes pues el cambio era radical. Pasar de un modelo de educación teológica occidental a un modelo bíblico, empoderando a la iglesia local, donde todos participan estudiando de manera seria y ordenada, es todo un desafío. Fuimos expuestos a varios de los Documentos de Paradigmas escritos por Jeff Reed, como a algunas de sus Encíclicas, y el cuadro comenzó a tomar forma. Nos dimos cuenta que no solo se trataba de educación teológica, sino que el paradigma incluía un cambio total. Comenzamos a descubrir que necesitamos poner la iglesia en el asiento del autobús. Educación, misiones, teología, liderazgo… todo el accionar de la iglesia enfocado bíblicamente y ejecutándose desde el seno de la iglesia.
Ya para el segundo año estábamos muy convencidos de que estábamos por el camino correcto y que necesitábamos poner en marcha un cambio total “a la manera de Cristo y sus apóstoles”. Comenzamos a estudiar la serie de liderazgo, a dedicar muchas horas semanales a estudiar el paradigma, muchas lecturas, conversaciones con el liderazgo local e internacional. Para el 2018 decidimos hacer un cambio en la manera de presentar la enseñanza dominical. Decidí bajar del púlpito y así ha sido hasta hoy. Dejé de predicar un monólogo para empezar a tener un diálogo. La palabra griega que se traduce a menudo en el Nuevo Testamento como “predicar” es dialogizomai, que significa “tener un diálogo entre personas”. Presento el texto, algunas explicaciones alrededor del texto y hago preguntas o permito preguntas de los asistentes. Fue revolucionario el ver que los hermanos participaban, aprendían más y de paso “no se dormían”. El mandato de Jesús fue “…enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28:20). Comenzamos a ver la iglesia como un centro de entrenamiento y desde ese momento empezamos a verla también como una gran familia de familias en constante entrenamiento.
Desde el 2019 comenzamos a prepararnos para el siguiente cambio paradigmático, “movernos a iglesias en casas”. Este era un cambio doloroso para muchos, difícil y que requería de mucha pericia pues no era un cambio cosmético. Los primeros en convencernos fuimos los ancianos de la iglesia local en Evaristo Morales que orgullosamente lidero. Este cambio conllevó un profundo estudio de las encíclicas escritas por Jeff Reed, el estudio del libro de los Hechos y de las cartas paulinas. Comenzamos a ver lo estratégico que fue para la iglesia de los primeros siglos el uso de las casas. En palabras de Joseph Hellerman “La iglesia primitiva era un grupo de familia fuerte de hermanos sustitutos que vivían su sistema de creencias en una forma práctica y sabia” [1] . Una gran familia de familias.
¿Qué es una iglesia?
Esta parece ser una simple pregunta que pudiera tener una respuesta fácil. Sin embargo, cuando empezamos a tratar de formar la respuesta, encontramos que no es tan fácil. Ciertamente no es aquel edificio que está en la esquina con los hermosos vitrales y la torre en la parte de arriba. La iglesia puede congregarse allí, pero ese edificio no es la iglesia. La palabra iglesia proviene de la voz griega ἐκκλησία (transliterado como ekklēsía). Esta está compuesta de dos palabras: “Ek” que significa “fuera” o “fuera de” y “kaleo” que significa “llamar”. De este modo, el significado completo y simple de iglesia de acuerdo a la palabra original es: “llamar hacia afuera”. No hay una manera correcta de ser iglesia. La palabra ἐκκλησία necesita ser analizada con cuidado cuando la leemos en el Nuevo Testamento.
El uso de la palabra Ekklesia en el Nuevo Testamento puede estar refiriendose al ámbito (doméstico, local o universal). Una primera observación de los cincuenta y nueve textos en que aparece la palabra Ekklesia en Pablo nos obliga a dar un especial relieve a la iglesia local, la que reúne a todos los cristianos de una misma ciudad: dos tercios de los textos (según nuestros cálculos –Jordi Bosch) se refieren a ella. El otro tercio se reparte de modo desigual entre textos que se refieren a la Iglesia universal y textos que se refieren a la iglesia doméstica, o grupo eclesial que coexiste con otros grupos dentro de la misma ciudad. La Ekklesia puede referirse tanto a una reunión de creyentes en una casa, taller o patio (iglesia doméstica), también puede referirse a los cristianos de una ciudad (eso incluye muchas iglesias doméstica) y en tercer lugar la palabra puede referirse a la iglesia universal (todos los creyentes en un periodo de tiempo, por ejemplo “la iglesia del siglo XXI) para referirse a los todos los creyentes de este siglo). En esta transición es importante tener claridad sobre el significado y la trascendencia de la iglesia como una gran familia de familias.
Iglesias domésticas o en casas
En Filemón 1-2 encontramos una iglesia doméstica, o que se reunía en una casa. (“ y a la iglesia que se reúne en tu casa”, v.2). Esa iglesia no es la única que se reúne en la ciudad de Colosas: también en casa de Nimfa se reúne otro grupo eclesial (Col 4,15). Dada la simultaneidad de las Cartas a los Colosenses y a Filemón, parece que se trata simplemente de casas distintas en las que se reúne la misma asamblea local. De modo parecido, en Roma y en Éfeso, junto a la “iglesia que se reúne en casa” de Priscila y Aquila (Rom 16,3-5) se encuentran otros grupos eclesiales. La actividad misionera del apóstol Pablo encontraba en el oikos el lugar ideal para iniciar y establecer la iglesia. La Red Bendición (nuestra red en República Dominicana) decidió hacer de nuestras casas el oikos de Dios. Esto fue entendido rápidamente por los miembros de la iglesia en transición, pero en la práctica nos dio muchos dolores de cabeza. Queríamos ir a las casas, pero acostumbrados al consumismo y a la comodidad batallamos con la implementación.
La iglesia local o de la ciudad (red de iglesias domésticas)
Hablamos de iglesia local, no por la mera existencia de cristianos en localidades distintas, sino por el hecho que la comunidad de una ciudad pueda referirse a la de otra ciudad como a otra iglesia. La estrategia paulina incluía alcanzar con el evangelio las ciudades estratégicas. De la misma manera hoy debemos enfocarnos en alcanzar las ciudades y desarrollar una red de iglesias en casas en cada ciudad. Es nuestra estrategia con la Red Bendición. Regresaremos a este concepto y al poderoso mover de Dios a través de las redes en la iglesia primitiva y como estamos implementando el paradigma en nuestras iglesias en casas.
El caso es que Pablo habla de las iglesias locales de un modo consecuente:
- Iglesias de ciudades (siempre en singular): “la iglesia que hay en Cencreas” (Rom 16:l); “la iglesia de Dios que hay en Corinto»” (1 Cor 1:l; 2 Cor 1:l); “la iglesia de los Tesalonicenses en Dios Padre y el Señor Jesucristo” (1 Tes 1:l; 2 Tes 1:l); “la iglesia de los Laodicenses” (Col 4,16). Ya estamos en el proceso de establecer esta iglesia de la ciudad con varias zonas o clústers supervisados por los ancianos y pastores de la ciudad.
- Iglesias regionales (siempre en plural): “… tal como ordené a las iglesias de Galacia” (1 Cor 16:l); “os saludan las iglesias de Asia” (v. 19); “a las iglesias de Macedonia” (2 Cor 8,18); “a las iglesias de Galacia” (Gal 1,2); “las iglesias de Dios que hay en Judea en Cristo Jesús” (1 Tes 2,14). En nuestra red consideramos una provincia con varias ciudades funcionan como una iglesia regional o la iglesia local de esa región.
La iglesia universal
Cuando vemos la palabra ekklesia debemos entender si se refiere a una iglesia domestica o en casa, a una red de iglesias en la ciudad o iglesia local y en tercer lugar si tiene un sentido supra-local. Los textos claramente universales de Efesios (1:22; 3:10.21; 5:23-25,32) y Colosenses (1:18-24), aunque otros textos como 1 Cor 10:32; 12:28; 15:9); Gálatas 1:13; Filipenses 3:6 y 1 Timoteo (3:15 dan un sentido supra-local. La red de Republica Dominicana funciona con este sentido supra-local. Los lideres paulinos con una funcion sodal están a cargo de darle forma y función a la iglesia supra-local. Por supuesto que el termino más ampliamente aplicado incluye la gran familia de familias a nivel mundial e incluyendo a los creyentes de todas las edades.
Conclusión: al final de esta primera parte del escrito podemos ver los avances logrados en estos años. Muchas batallas ganadas en oración, en perseverancia y con lágrimas; algunas amargas derrotas, pero que han servido de aprendizaje. Continuamos en proceso de aprendizaje. Ver ancianos establecidos en la doctrina, pastoreando y liderando a otros que pastorean las iglesias en casas, nos llena de gozo y satisfacción. Un altísimo porcentaje de creyentes en proceso de establecerse en los primeros principios de la fe anuncian una expansión como nunca antes lo hemos tenido.
(El presente artículo es parte de una serie de varias reflexiones que brotan de la experiencia vivida por su autor, Félix Abreu, en el proceso de llevar a su iglesia local a través de un largo y cuidadoso proceso de cambio de paradigma. Aquí les compartimos la primera parte de la serie).
NOTAS:
1. Hellerman, Joseph H. 2009. When the Church was a Family.