Desarrollando Redes y Sinergia
- Fecha 20 de octubre de 2020
En el libro “Linked” (“Conectados”), que nada tiene que ver con el crecimiento de Iglesias o con principios bíblicos, el autor, haciendo referencia al crecimiento del cristianismo a través de los siglos, hace esta pregunta: “¿cómo es que sucedió?”. Y aun cuando responde desde el contexto del mundo del marketing, Barabási (2014) concluye que fueron dos las razones. Por un lado, el mensaje que enseñó Jesucristo “pegó”, y continuó siendo transmitido por sus seguidores. En segundo lugar, el apóstol Pablo supo multiplicar el mensaje exponencialmente. Según el autor, el apóstol fue el responsable de que el pequeño grupo de seguidores llegara a convertirse en la “religión dominante del mundo occidental”.
¿Y cómo lo hizo? Para Barabási, Pablo usó efectivamente la teología y las redes sociales de su época, llevando estratégica y paulatinamente, el mensaje “a personas y lugares en los cuales la fe podía germinar y expandirse eficazmente”. Según este escritor, “Pablo fue un maestro de las redes sociales y religiosas del primer siglo, la única red al comienzo de la era moderna que podía llevar y difundir una fe”.
Asombroso que un libro “secular” reconozca al apóstol Pablo como el primer maestro de las redes sociales.
Por otra parte, Roland Allen (1997), en su libro “La Expansión Espontánea de la Iglesia”, señala que la Iglesia del primer siglo logró multiplicarse espontáneamente gracias a la actividad de individuos que de manera natural compartían “el nuevo gozo que habían encontrado” en Cristo. Pero él añade un elemento más. La clave en la expansión del evangelio, acota, fueron los grupos de cristianos que iban emergiendo en este proceso.
La multiplicación de iglesias, y no simplemente de individuos, es lo que para Allen explica la expansión espontánea de la Iglesia. De manera extraordinaria estos pequeños grupos –casas iglesia– se fueron interconectando orgánica y estratégicamente, formando la red compleja de la que habla Barabasi. En el proceso, generaron por la obra del Espíritu Santo una sinergia imparable que trastornó el mundo de los primeros tres siglos. Jesús lo había prometido anticipadamente: “. . . edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.
A una de mis hijas le fascinan las redes sociales. Ella, que ya había grabado muchos vídeos cortos, tenía cerca de 350 seguidores, y nunca había recibido más de 30 “likes”. Pero todo esto cambió hace dos semanas, cuando uno de sus vídeos se hizo viral. En un momento de vulnerabilidad, recordando la pérdida de su bebé de casi dos meses de embarazo, decidió compartir con su red cómo se sentía. Al día siguiente despertó para enterarse que el número de sus seguidores había aumentado de 350 a casi 1,000. Y hoy, catorce días más tarde, tiene 4,000 seguidores y su vídeo ha sido visto ¡por más de 200,000 personas!
Es fascinante ver de cerca lo que es un crecimiento exponencial en red. Lo que Michelle compartió, “comunicó” un mensaje que apeló a otras mujeres que experimentaron lo mismo. Las damas en esta red (sus conexiones) comparten algo en común, y cada una de ellas, conectadas a sus propias redes, permite que lo que comparten se multiplique exponencialmente.
Jeff Reed (2017), llama a esto “en común” que compartían las iglesias del primer siglo, “el ADN” que hizo posible que su crecimiento no sólo fuera exponencial, sino que trastornaran el mundo de aquella época. Estas iglesias, según el autor, eran kerigmáticas (proclamadoras) en su misma esencia, y funcionaron en el contexto de una red de iglesias acompañadas por un liderazgo que, de manera estratégica, iban estableciéndolas de manera que llegaran a ser catalizadoras de un cambio integral e integrador.
En una época como la que vivimos, marcada por la crisis mundial generada por el COVID-19 y por la necesidad en muchos contextos de una presencia transformadora por parte de la iglesia, desde LA GRAN ESTRATEGIA queremos invitarte a re-descubrir los principios que explican el increíble progreso del evangelio y la multiplicación espontánea de iglesias en los primeros 300 años de la Iglesia Primitiva. Para algunos, esto quizá significará un verdadero cambio de paradigma. Queremos ponernos al lado de líderes apasionados por la proclamación del evangelio de Jesucristo, comprometidos con la multiplicación de Iglesias sólidamente establecidas en la enseñanza que Jesús dejó a los apóstoles, y desafiarnos mutuamente a llevar adelante un cambio en nuestra manera de ser y hacer iglesia.
Un cambio de paradigma está ya en marcha, a nivel global. Te invitamos a ser parte de él.
NOTAS:
Allen, R. (1997). The Spontaneous Expansion of the Church: And the Causes Which Hinder It. Eugene, OR: Wipf and Stock Pub.
Barabasi, A. (2014). Linked: How Everything is Connected to Everything Else and What it Means for Business, Science, and Everyday Life. New York: Basic Books. Reed, J. (2017), BILD Encíclicas. Ames: BILD International.